Europa
Press (18 de mayo de 2003)
Así lo anuncia en nota de prensa el CIT y su presidente, José
Manuel González, que señala entre los casos más
graves que se dan, los despidos masivos, la violación de la independencia
en el ejercicio del voto y la obstaculización del ejercicio de
las libertades públicas, la alteración ilegal de las relaciones
de puestos de trabajo o el acoso moral.
También considera la creación de Jefaturas de Servicio
ficticias carentes de contenido, la creación de empresas y entidades
de derecho público cuya finalidad es evitar los controles que
exige el derecho administrativo y la falta de objetividad e imparcialidad
en la emisión de informes técnicos de carácter
preceptivo.
Además, subraya la sustracción de caudales públicos
en la Consejería de Economía y Hacienda y que provocó
la persecución del funcionario que denunció los hechos,
así como los procesos selectivos en los que quedan vacantes más
del 50 por ciento de las plazas ofertadas.
Por ello, cree el CIT, el "regalo" que reciben los que ejecutan
o permiten esta forma de gestionar es: situarse en lo más alto
del organigrama administrativo de Bono, obtener los mejores puestos
de trabajo, mantenerse en determinados puestos de forma fraudulenta
y entrar "por la puerta de atrás en la Administración
del señor Bono".