Que los alumnos están arropados en demasía, y que saben mucho de derechos, pero poco de obligaciones, muy cierto. Que algunos padres son meros voceros de sus hijos, sin respeto ninguno por nuestra profesión, cierto también. Que las sucesivas leyes educativas han favorecido los dos puntos anteriores, relegando la figura del docente a un rincón cada vez más aislado y cargado de burocracia, es indudable.
Pero que a esta docente, para que llegue Inspección al punto de las medidas cautelares, ésta ya la había dado unos cuantos toques para que cambiara su actitud y su práctica, inadecuadas tanto con sus alumnos, como con la ley, incluso...
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Que los alumnos están arropados en demasía, y que saben mucho de derechos, pero poco de obligaciones, muy cierto. Que algunos padres son meros voceros de sus hijos, sin respeto ninguno por nuestra profesión, cierto también. Que las sucesivas leyes educativas han favorecido los dos puntos anteriores, relegando la figura del docente a un rincón cada vez más aislado y cargado de burocracia, es indudable.
Pero que a esta docente, para que llegue Inspección al punto de las medidas cautelares, ésta ya la había dado unos cuantos toques para que cambiara su actitud y su práctica, inadecuadas tanto con sus alumnos, como con la ley, incluso con algunos de sus compañeros, también es cierto. Así que dejemos actuar a los que se dedican a ello; tan malo es demonizar como endiosar, sobre todo sin tener toda la información.
En la instrucción de un expediente se escucha a muchos miembros de la comunidad educativa. Al final, cuando el río suena, (algo de) agua lleva. Salud y suerte.