Y quiero terminar con otra reflexión: Ahora, cada vez que salgo de casa o cada día que pasa, cuando adquiero un producto que suelo contratar/comprar ha subido de precio. En mi ciudad, prohibitivo contratar fontaneros, electricistas, albañiles, técnicos, dentistas, etc. Todo un lujo, (empezamos por 50 euros porque te "atiendan"). La fruta por las nubes, los productos de supermercado por precios desorbitantes, un café (agua filtrada) 2 euros, un botellín de cerveza (de 30 céntimos) 2 euros, los menús de restaurantes no bajan de 25 euros (macarrones con tomate o pseudoensalada de lechuga y segundos platos precocinados)....
(continúa)
Y quiero terminar con otra reflexión: Ahora, cada vez que salgo de casa o cada día que pasa, cuando adquiero un producto que suelo contratar/comprar ha subido de precio. En mi ciudad, prohibitivo contratar fontaneros, electricistas, albañiles, técnicos, dentistas, etc. Todo un lujo, (empezamos por 50 euros porque te "atiendan"). La fruta por las nubes, los productos de supermercado por precios desorbitantes, un café (agua filtrada) 2 euros, un botellín de cerveza (de 30 céntimos) 2 euros, los menús de restaurantes no bajan de 25 euros (macarrones con tomate o pseudoensalada de lechuga y segundos platos precocinados). Vacaciones en ####eles de 4 estrellas (o eso pone por tener un colchón donde dormir y una piscina de agua sucia a reventar) al triple de precio que hace 3 años. Los alquileres y los pisos son ya otro nivel de especulación. Y lo peor es que esto sucede en el 80% de los casos donde todos los profesionales de distintos sectores se asocian y tienen reuniones para acordar un precio por producto (algo que sólo sucedía en el pasado en el centro de la ciudad y ya pasa en la periferia también). Y aún peor, nosotros seguimos pagando religiosamente lo que nos dicen porque, "¡colega, eh lo ke ai! Nosotros sí ke tenemoh ehtavilidá y no ellos..."